El próximo 6 de agosto, Aldaia vivirá un momento que marcará un hito en su historia festiva y en la pirotecnia valenciana.
Con motivo del día grande de las Fiestas Mayores en honor al Crist dels Necessitats, patrón del municipio, se disparará una mascletà de una magnitud inédita: más de 1.300 kilos de pólvora convertirán el cielo del Cinturón Verde en un estallido de luz y sonido sin precedentes.
El espectáculo, programado para las 14:30 horas, está a cargo de Pirotecnia Mediterráneo y se anuncia como el disparo más potente jamás realizado en un entorno urbano en la Comunitat Valenciana.
La cifra de pólvora utilizada supera con creces la de otras mascletaes destacadas de los últimos años, como la de Mislata durante las Fallas 2025 (501 kg) o la del Ayuntamiento de València en 2024 (330 kg).
Un disparo que simboliza la fuerza de un pueblo
Más allá del impacto técnico y sonoro, la mascletà tendrá un profundo valor simbólico. Se concibe como un homenaje colectivo a la resiliencia de Aldaia tras los efectos devastadores de la DANA del 29 de octubre, que dejó calles inundadas, viviendas afectadas y un fuerte impacto emocional en la población.
Desde entonces, los Clavaris del Crist d’Aldaia 2025 han dedicado todos sus esfuerzos a reconstruir el ánimo colectivo y devolver el espíritu festivo a la localidad. Esta mascletà no solo clausura el programa de fiestas, sino que se convierte en un acto de afirmación comunitaria: una forma de mostrar orgullo, unidad y capacidad de recuperación.
Seguridad, potencia y emoción
El diseño del disparo ha sido elaborado con criterios de máxima seguridad, pero también con el objetivo de provocar un impacto emocional duradero.
Así lo han explicado el Clavari Major, Jorge Escarpa, y el gerente de la empresa pirotécnica, Antonio García Juan, quienes han asegurado que se trata de un montaje preparado para dejar huella tanto por su intensidad como por su significado.
Con esta iniciativa, Aldaia aspira a situarse en lo más alto del panorama pirotécnico valenciano y a ofrecer un espectáculo que quedará en la memoria colectiva como símbolo de un año de superación.